POR EL RESPETO, LA CONVIVENCIA Y UNA SOCIEDAD LIBRE DE ODIO.
Los delitos de odio, son actos delictivos cometidos por razón de los prejuicios y la intolerancia, llevados a su máxima expresión, por lo que suponen una grave amenaza tanto para las víctimas como para nuestra sociedad, representan un peligro para los derechos humanos, así como para el libre desarrollo y la dignidad de las personas.
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) define los delitos de odio de la siguiente manera: “toda infracción penal, incluidas las cometidas contra las personas o la propiedad, dónde el bien jurídico protegido, se elige por sum real o percibida, conexión, simpatía, filiación, apoyo o pertenencia a un grupo. Un grupo se basa en una característica común de entre sus miembros, real o percibida, como su raza, origen nacional o étnico, lengua, color de la piel, religión, edad, discapacidad, orientación sexual u otro factor similar”
El último informe del año 2021 sobre la evolución de los delitos de odio en España publicado por el Ministerio del Interior establece que los hechos conocidos respeto orientación sexual e identidad de género desde el año 2019 la variación ha sido de un 68,23%, siendo el perfil de las víctimas en su mayoría hombres.
Los ámbitos que recogen mayor incidencia son “racismo/xenofobia” y “orientación sexual e identidad de género”.
Es destacable el aumento del 87,50% de los delitos de odio relacionados con la orientación sexual e identidad de género cometidos a través de internet y redes sociales.
El ámbito que mayor número de delitos registra en el año 2021 es el de “racismo/xenofobia, con 639 hechos conocidos constitutivos de delitos de odio, seguido de los ámbitos de “orientación sexual e identidad de género”, con 466 hechos conocidos de delitos de odio en 2021, que representa un ascenso de 67,63% con respecto a las cifras del año 2019.
En los últimos años y a partir de la creación, mediante instrucción núm. 1/2018 de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior, de la Oficina Nacional de Lucha contra los Delitos de Odio, la protección de las personas más vulnerables y la lucha contra la discriminación por delitos de odio, se ha convertido en una prioridad para España, situándola en la vanguardia del ámbito de los derechos humanos.
Pese a los avances en el ámbito de la lucha contra los delitos de odio y a los avances en materia de no discriminación y respeto a la diversidad, el racismo, la xenofobia, la LGTBIfobia y otras formas de intolerancia, siguen aún hoy presentes en nuestra sociedad, por ello es necesario seguir avanzando en esta lucha y tener presente que un pilar básico de la convivencia en sociedad es el respeto mutuo entre las distintas personas que la conforman.
La evolución de nuestra sociedad exige una respuesta cada vez más eficaz ante los desafíos que nos presentan comportamientos y actitudes en contra de los derechos humanos y las libertades fundamentales, especialmente la conductas que comportan una carga de odio y discriminación hacia personas pertenecientes a un grupo con una característica común, como su raza, origen étnico, lengua, color de la piel, religión, edad, discapacidad, orientación sexual u otro factor parecido.